Viernes 29 de enero. La situación en Alepo, Siria, continúa siendo dramática tras cuatro años de conflicto armado: miles de víctimas mortales, más de 350.000 personas refugiadas y 1,2 millones de desplazados y desplazadas internas, la mitad de ellos menores. En medio del horror de la guerra que vive al país, los hermanos Maristas Azules han optado por permanecer en el lugar del conflicto para estar con los que sufren y aportar lo que esté en su mano al servicio de la población.
El hermano Bahjat Azrie nos cuenta su visión sobre la situación que vive el país, la obra social que llevan a cabo los Maristas Azules así como la colaboración de la ONGD SED en la región, que colabora en un programa de atención básica a los desplazados y desplazadas por el conflicto armado. Además, de la atención de emergencia se han puesto en marcha un programa de reparto de alimentos básicos a familias y un programa de seguimiento escolar para los niños y niñas.
-¿Cuál es el balance de la situación en Siria?
Han sido cuatro años muy duros. La gente ha sufrido mucho. Sufrir una guerra no es ninguna película de acción ni una aventura. Dice un proverbio que cuando dos elefantes se pelean quien más sufre es la hierba que está bajo sus pies. La gente en Siria se ve aplastada por estos elefantes y sin esperanza. Lo que más sufre la gente ahora es la falta de seguridad, la falta de horizontes, de claros hacia dónde va a ir el país, qué va a pasar mañana… Sobrevivir a una guerra requiere mucha esperanza y una fuerza sobrenatural en muchos momentos.
-¿Hasta qué punto los jóvenes están interviniendo con vosotros?
Los jóvenes quizá hayan sido el elemento más positivo de esta guerra. Al principio muchos se quedaron en sus casas por miedo a que les pasara algo. Otros se atrevieron a salir y a decir: «No podemos estar quietos. Tenemos que hacer algo los demás». Así tuvimos muchas iniciativas para ayudar a los más necesitados.
-¿Cómo podemos colaborar desde SED?
En primer lugar, quería agradecer a SED toda su ayuda. Hay que divulgar otra imagen de la situación de Siria. Los medios de comunicación muestran cómo los sirios se están matando unos a otros pero nosotros también vemos la otra cara de la moneda porque los sirios también se están ayudando los unos a los otros. Son solidarios y queremos que esto se conozca. Es muy importante esta imagen de solidaridad. Es un arma contra esta guerra que estamos viviendo.