En el Día Mundial del Refugiado, no nos olvidamos del Proyecto Fratelli y el trabajo con las personas refugiadas en Líbano. En esta fecha, recordamos la entrevista que hicimos a uno de los coordinadores de este proyecto Miquel Cubeles.
Os dejamos la entrevista que hicimos a uno de los coordinadores deFratelli Libano: Miquel Cubeles que nos dice: «Las personas refugiadas necesitan sentirse parte de la humanidad».
Hermano marista vinculado siempre a las obras sociales. Consejero Provincial durante más de 10 años e impulsor del grupo de música Kairoi. Para SED es también un referente. Siempre ha apoyado todas las campañas de la organización desde su posición, haciendo incidencia social sobre los Derechos de la Infancia.
Desde septiembre vive en Beirut, Líbano, coordinando el Proyecto Fratelli junto con Andrés Porras. Una iniciativa que nace junto con los hermanos de La Salle con el objetivo de responder a las necesidades educativas de menores refugiados en el Líbano. Hablamos de un país que no llega a los cinco millones de habitantes y con más de un millón y medio de personas refugiadas.
¿Cómo describiría el Proyecto Fratelli?
Es una llamada ante el drama de tantas personas sin esperanza y medios. Tal vez haya que dejar de lado la palabra proyecto porque parece que todavía tiene que venir. Fratelli está ahí. Intuimos ya un centro socioeducativo que nos permita trabajar en la escolarización formal, informal, apoyo psicológico, ayuda humanitaria, salud, higiene, acogida residencial o acompañamiento familiar. Tal vez aportemos solo un granito de arena y después otro y otro.
Además, en los colegios Lasallistas y Maristas el espíritu y las acciones de Fratelli tienen cabida: escolarizar a niños refugiados, becar niños desde SED o PROYDE…
Hasta el momento han visitado distintas instituciones y centros escolares. ¿Qué balance hace de estos encuentros?
Hemos recorrido el país de norte a sur, pero sobre todo hemos tenido contacto con entidades sociales, responsables de los ministerios de educación y de asuntos sociales, entidades internacionales, eclesiales, comunidades religiosas y equipos educativos de nuestros colegios. Los encuentros han sido y siguen siendo necesarios para conocer la realidad del país y de sus gentes.
¿Qué radiografía hace de la situación actual del Líbano?
Es un país muy acogedor, con una gran diversidad religiosa, con un pasado muy reciente de guerra civil, con muchas heridas y sensibilidades a flor de piel pero un país también con ganas de salir adelante. La amenaza externa del integrismo está presente pero el pueblo procura estar unido y refuerza su deseo de acogida fraterna construyendo la paz desde la diversidad.
¿Cuál es la situación de las personas desplazadas en Líbano?
El Líbano ha sufrido muchas guerras y ha habido muchos desplazamientos internos. Es cierto que ahora la guerra en Siria pone de relieve las personas desplazadas y refugiadas de ese país. Se habla de un millón y medio de refugiados sirios. Es cierto, muchos viven en campos de refugiados, en albergues, otros integrados en los barrios compartiendo pequeñas viviendas, otros llegaron al Líbano hace muchos años. Pero en otros momentos han llegado y se han quedado refugiados palestinos o iraquíes. De los iraquíes se habla muy poco pero son los más pobres y vulnerables en este momento y los que reciben menos ayuda y atención. Para algunos, es un lugar de paso a la espera de poder regularizar su situación en otros países, otros muchos se quedan presos por las dificultades económicas y de integración social.
¿Cuáles son las mayores necesidades de esta población?
Hay necesidades de todo tipo: alimentación, salud, vivienda, ropa, acompañamiento espiritual y psicológico… En pocas palabras estas personas necesitan sentirse escuchadas, queridas, partes de la humanidad solidaria. En el caso de los menores, este año el Ministerio de Educación ya escolariza a los niños refugiados pero muchos miles aún no tienen acceso a la educación formal.