Estamos viviendo el capítulo … enésimo de una historia recurrente: los pobres, los débiles, buscan cobijo. En estas fechas todos abrimos el libro de esta historia interminable, en unas páginas especiales. En ellas la acción se sitúa en Belén. Una joven pareja se desplaza de pueblo en pueblo, empujados por la letra del edicto del monarca. Esperan un hijo y no encuentran sitio donde refugiarse. Se acomodan en una cueva y…
La creación se conmueve, nos llega Emanuel, Dios en medio de nosotros. Su luz, abre el camino de la PAZ. Su presencia alimenta el compromiso de los sencillos, de los humildes, que alegres acuden al portal. Se inaugura una nueva época, se instaura una nueva ley. El Dios de la misericordia se acuerda de su pueblo, nos envía al Salvador. Su bondad rompe el imperio del egoísmo, nos compromete con el amor. El brillo de los ojos del Niño de Belén irradia esperanza, alimenta la ilusión, inunda el horizonte de alegría, invita a renacer.
No sabemos cuanto tiempo después, aquella familia tuvo que retomar el camino. El motivo fue la supervivencia. Y allí les tenemos huyendo perseguidos por los delirios del poderoso. Se sentía amenazado por el Niño. Desde SED hacemos una invitación: En nuestro Belén del 2016 tengamos especial cuidado en destacar la escena de la huida a Egipto. Trayendo a primera página, poniendo en primera fila de nuestra solidaridad a tantas familias condenadas a huir. Será homenaje a nuestro Niño de Belén, será hacer de nuestra Navidad, un espacio cristiano de humanidad. Tu compromiso acerca la paz, tu compromiso te abre la puerta a la felicidad.
FELICIDAD Y PROSPERIDAD PARA TODOS