Simeón Kuame
Sacerdote diocesano en Sakassou (Costa de Marfil) y colaborador de SED en la zona, gestiona una parroquia junto a otro sacerdote y coordina un grupo laico de trabajo para impulsar proyectos de sanidad, educación básica y producción agrícola
¿En qué consisten estos proyectos?
Gestionamos una ambulancia que ayuda a personas sin los recursos necesarios para desplazarse y no arriesgarse a padecer enfermedades muy graves o incluso fallecer en situaciones de emergencia.
Se están salvando muchas vidas así. La parroquia asume la gasolina, pero no siempre nos llega el dinero para acudir a algunos lugares.
En lo que a educación se refiere, creemos que una de las peores caras del empobrecimiento es no saber leer ni escribir. Intentamos reforzar el conocimiento de pequeños y jóvenes con problemas.
Y por último, el proyecto agrícola suministra de semillas a las familias que peor lo pasan. Si tuvieran los recursos necesarios, podrían subsistir, autoabastecerse y conseguir la dignidad que necesitan y merecen.
¿A qué se debe tu visita a España?
Estudio Teología para reforzar y mejorar mi tarea evangelizadora.
¿Es necesaria la ayuda?
Veras. Agradecemos infinitamente el ánimo y la cercanía de algunas personas y entidades, pero también necesitamos recursos. Los seguimos necesitando porque hay que seguir levantando a África. Si la gente conociera mejor hasta qué punto es vital y enormemente útil la cooperación, creo que se nos ayudaría aún más.
¿En qué situación se encuentra Costa de Marfil?
Hemos tenido unos años de susto. Pero en Costa sabemos que Dios tiene la última palabra, de ahí la alegría a pesar de todo.
Aquí los niños le preguntan a sus padres «¿a dónde vamos?» y tienen elección. Allí no. Aquí uno se levanta y se pregunta qué elegirá comer hoy. Allí sigue sin haber elección.