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8M: SED por los derechos de las mujeres y las niñas

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El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer en todo el mundo conmemorando la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos.

La ONGD SED trabaja por conseguir una sociedad más justa en la que niños y niñas, y hombres y mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades en todos los ámbitos de la vida, especialmente en el ámbito educativo.

En línea con la Agenda 2030 trabajamos el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) nº 5 en nuestros proyectos de cooperación. Es decir, logar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.

A continuación, destacamos algunos de nuestros proyectos que trabajan el ODS 5:

Nuestros programas de becas educativas grupales potencian el Derecho a la Igualdad, ya que las niñas suelen encontrar muchas más dificultades para acceder a la educación, teniendo que abandonar los estudios en muchos casos. A través de estas becas se incide en la escolarización de las niñas tanto en el acceso como en su permanencia dentro del sistema escolar.

En el distrito zambiano de Kapiri Mposhi las mujeres y las niñas disponen de medios muy escasos para tratar embarazos complicados. Desde SED estamos apoyando un proyecto en el que se verán mejoradas las infraestructuras de la clínica rural materno-infantil, mejorando los medios y recursos básicos para apostar por una salud sexual y reproductiva de calidad.

En Kumasi, Ghana, se encuentra el mayor mercado local de África Occidental. Cientos de niñas recorren miles de kilómetros para llegar a este mercado con la esperanza de obtener un trabajo y salir de la pobreza. Sin embargo, lo que se encuentran está lejos del sueño esperado: jornadas laborales de más 12 horas, tienen que dormir en la calle y se ven expuestas a violaciones y a la prostitución. Ante esta situación, la organización Daughters of Charity of St. Vicent de Paul inició el proyecto «Las niñas de la calle» -con el que colaboramos- con el objetivo de proteger los derechos de estas menores y sacarlas de la calle a través de programas de empoderamiento, educación formal y formación profesional.

En muchos países la menstruación sigue siendo un tabú. Esto unido a la pobreza y falta de material higiénico femenino hace que las niñas opten por quedarse en casa durante los días del periodo, lo que a la larga perjudica su rendimiento académico y conlleva al abandono de los estudios. Para frenar este problema en el Colegio Primaria de Kiabuya, Kenia, reparten compresas a las niñas que no tienen acceso a ellas. También dan charlas y talleres sobre educación sexual y empoderamiento para así garantizar una educación de calidad equitativa sin barreras para las niñas.

En el centro Horizontes al Futuro de Honduras fomentamos una educación en igualdad. A través del trabajo con menores, tratamos de reducir las desigualdades de género rompiendo con estereotipos, promoviendo la igualdad sexual y de género.

En Colombia, trabajamos con la Fundación Huellas en la promoción de los derechos de las mujeres y niñas en la comunidad de Vereda Granizal. Se potencia su fortalecimiento comunitario para la soberanía alimentaria. Para ello, reciben formación en consumo responsable, emprendimiento y organización comunitaria.

En Koumrá, Chad, trabajamos por garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad en todos los niveles de enseñanza. Además, promocionamos el Derecho a la Educación de la población infantil y juvenil afectada por VIH.

En Guatemala apoyamos el proyecto de Futuro Vivo en las comunidades rurales de Cobán, empoderando a las mujeres indígenas a través de alfabetización, programa de huertos sostenibles para complementar la dieta básica familiar y formación en salud y nutrición.

En colaboración con la Fundación Comunidad y Axión en 2015 impulsamos un proyecto de creación de microhuertas familiares en el municipio de El Alto, Bolivia, con el objetivo de impulsar el empoderamiento de la mujer y mejorar la autosostenibilidad alimentaria de las familias. Más de 4.000 mujeres se ven beneficiadas con este proyecto que incluye también una serie de talleres sobre comprensión de la agricultura urbana, manejo de mircohuertas, seguridad alimentaria, gestión municipal, iniciativas económicas propias e incidencia política.

En Chibuluma, Zambia, fomentamos la educación de las niñas mediante becas que permiten a las familias con menos recursos económicos llevar a sus hijas a la escuela, evitando así un abandono prematuro de los estudios.

Por otro lado, nuestra voluntaria de larga duración Teresa Subirón López apoya en Puerto Maldonado, Perú, el trabajo de atención socioedocativa a menores en riesgo de exclusión social en el Centro Hogar Señor de los Milagros a través de una educación inclusiva y de calidad.

En la Escuela Hipólito Marcía de Honduras se ha invertido en el equipamiento de una sala de informática para que las niñas puedan formarse adecuadamente, contribuyendo a aumentar sus salidas laborales, de manera que puedan mantener una independencia económica.

En diciembre de 2018 Nicole Kone Nanakoutia, en representación de las Hernanas de la Anunciación de Koni en Costa de Marfil, recogió el Premio a la Excelencia nacional del Ministerio de la Salud del país. Todo un reconocimiento al trabajo del centro en la atención materno-infantil  y la promoción de la salud a través de talleres con mujeres y la puesta en marcha de una farmacia.

En Kenia trabajamos con las Hermanas del Verbo Encarnado para mejorar la salud materno-infantil y frenar la Mutilación Genital Femenina entre niñas y mujeres de la etnia Pokot en Barpello a través de atención específica de salud reproductiva y sensibilización.

En la escuela Marista de Manhiça, Mozambique, SED ha contribuido a la financiación de materiales didácticos y de ocio, adquiriendo juguetes no sexistas, para fomentar la igualdad desde la base.

En las zonas rurales de Ecuador las mujeres suponen el 43 % de la mano de obra agrícola. Sin embargo, ellas no son las propietarias. Apenas el 25% de la tierra está en manos de mujeres. Además, las propiedades  de las mujeres son más pequeñas y en tierras de menor calidad, tienen menos acceso a crédito, a asistencia técnica y a capacitación. No son consideradas productoras y su voz no es escuchada en igualdad de condiciones que la de los productores hombres. La mayoría tienen limitado el acceso a recursos productivos.

Para dar respuesta a esta situación, los proyectos impulsados FEPP (Fondo Ecuatoriano Populorum Progresio) y apoyados por SED se centran en dos líneas de trabajo. Por un lado, la capacitación, liderazgo y participación de las mujeres en espacios políticos.  Por otro lado, a través del empoderamiento económico de las mujeres y el reconocimiento del valor de los espacios doméstico y de cuidados.

En Siria fomentamos el empoderamiento de la mujer a través de diversos cursos formativos favoreciendo junto a los Maristas Azules su Derecho a la Educación.

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