A finales del pasado año la Fundación ECODES nos invitó a participar en la iniciativa Cero CO2, consistente en medir nuestra huella ecológica y, optativamente, compensarla a través de una serie de proyectos planteados por dicha fundación. Desde nuestro Departamento de Estudios e Incidencia Social, que formamos PROCLADE, PROYDE y SED, nos pareció interesante participar, ya que uno de nuestros objetivos es garantizar modelos de consumo sostenibles, incluyendo el consumo energético, en línea con la meta 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además, la huella ecológica ha sido protagonista de la campaña de Educación para el Desarrollo en la que participamos las tres organizaciones a lo largo del curso 2015-2016 (Campaña Dales un Respiro. Deja tu huella contra la Pobreza).
Calcular la huella ecológica que producimos en nuestras sedes centrales nos parecía un primer paso perfecto para cuantificar la contaminación, de forma directa o indirecta, por gases de efecto invernadero, y poner soluciones para reducir dicha huella. Como bien dicen en ECODES, «es fundamental que todas las entidades conozcan el impacto que su comportamiento tiene sobre el clima y viceversa» y «que las empresas acometan voluntariamente las acciones pertinentes para disminuir el impacto de su actividad sobre el clima».
Nos pusimos manos a la obra, recogimos datos del año 2015 sobre consumo eléctrico, agua y gas, ordenamos todos los viajes hechos en diferentes medios de transporte, analizamos qué medios de transporte usa cada persona trabajadora de las tres entidades para ir a la oficina y pesamos la basura generada (plástico, papel, vidrio y restos orgánicos) durante un mes, para hacer la traslación a lo que tiramos a lo largo de un año completo. Todos estos datos los enviamos a ECODES, quien un tiempo después nos ha hecho llegar un estudio con datos pormenorizados acerca del consumo realizado en cada una de las sedes.
¿Qué consumo energético genera una huella mayor en nuestras sedes?
En base a los datos proporcionados, ECODES ha estudiado los impactos en el medio ambiente de PROCLADE, PROYDE y SED según el manual IPCC Guidelines for National Greenhouse Gas Inventories y The Greenhouse Gas Protocol, a Corporate Accounting and Reporting Standard, analizándose tanto emisiones directas como indirectas. La aportación de emisiones más importante, debido al carácter de nuestras organizaciones y sobre todo al número de personas que cada año participan en proyectos de voluntariado en América Latina, África y Asia, es la generada por los desplazamientos, principalmente los que han sido realizados en avión. Le sigue el consumo de energía eléctrica, con un consumo similar a la media de empresas y/o entidades con el mismo número de personas empleadas.
¿Qué debemos hacer ahora?
Según los baremos alcanzados, ECODES nos aconseja una serie de medidas para reducir nuestra huella, alguna de las cuales hemos llevado a cabo siempre (por ejemplo, viajar siempre en clase turista en nuestros desplazamientos en avión o utilizar tren o autobús en lugar de coche siempre que sea posible). Otras medidas aconsejadas son: continuar con la tarea de sensibilización entre el personal, algo que podemos hacer extensible a las empresas o instituciones que comparten edificio con nuestras oficinas; continuar midiendo nuestra huella anualmente, ya que el seguimiento anual de estos indicadores permite evaluar la evolución del desempeño medioambiental en nuestras organizaciones; hacer un inventario de todos los equipos eléctricos e instalar medidores para conocer cuáles consumen más; sustituir de lámparas tradicionales por LED (lo que supondría un ahorro de 80% de energía); instalar interruptores con temporizador en baños y otras zonas de paso (ahorro del 20% de energía); apagar equipos informáticos para periodos de inactividad superiores a una hora y no utilizar la opción de stand by como apagado.
Todo este proceso se acredita además con una etiqueta, llamada Etiqueta CeroCO2, que a partir de ahora podréis ver en nuestras páginas web.
La medición de nuestra huella ecológica ha supuesto sin duda un proceso enriquecedor para el personal de nuestras organizaciones, que seguiremos los consejos proporcionados por ECODES con el objetivo de reducir nuestro impacto medioambiental. Animamos desde aquí a otras organizaciones y empresas a realizar el proceso para conocerse mejor y reducir desde sus posibilidades la huella ecológica mundial a través de pequeñas acciones que sensibilicen a su personal y a la sociedad en general.